Mejor una temperatura muy baja
que una temperatura muy alta

Los cerdos solo tienen glándulas sudoríparas en el hocico y no son capaces de regular su temperatura corporal a través de la sudoración. Esto los hace más sensibles a las altas temperaturas e incluso las subidas de temperatura más leves provocarán cambios en su comportamiento. Un estudio realizado en Holanda en el 2005* mostró los cambios en el comportamiento y la fisiología de un grupo de cerdos finalizadores a un peso de 60 kg.

Los cerdos finalizadores se colocaron en un corral con un 40 % de suelo de slat y un 60 % de piso sólido. Se observaron los siguientes cambios en el comportamiento:

Comportamiento de revuelco
El primer cambio en el comportamiento de los cerdos fue que se refrescaban revolcándose en los excrementos. El comportamiento se observó a partir de los 16-17 °C.

Cambio en la zona de descanso
Con 19 °C, los cerdos comenzaron a descansar en el suelo de slat, pues es más fresco que el piso sólido y la velocidad del aire que circula a través de los slats es mayor.

Comportamiento de defecación
Al tiempo que aumentaba el número de cerdos que descansaban sobre el piso de slat, los cerdos usaban el piso sólido para defecar, por lo que se invirtió el uso del corral. El comportamiento comenzó a una temperatura de 20 °C en la nave.

Aumento de la frecuencia respiratoria
El primer cambio físico se presentó con una temperatura de 22-23 °C en la nave; aumentó la frecuencia respiratoria de los cerdos. ​

Reducción de la ingesta de alimento y aumento de la temperatura corporal
Cuando la temperatura de la nave aumentó a 25-26 °C, la ingesta de alimento de los cerdos disminuyó y su temperatura corporal aumentó.

*Huynh, T.T.T., A.J.A. Aarnink & M.W.A.Verstegen, 2005. Reaction of Pigs to a Hot
Environment. Livestock Environment VII. Actas del Séptimo
Simposio Internacional, Beijing, China.